La música no es un don de unos pocos, es más bien una cualidad presente en todo lo que existe, y todos la llevamos dentro. Todos podemos despertarla y jugar con ella. Así que estas flautas estarán ECONÓMICAMENTE al ALCANCE de muchas personas, tendrán un precio justo y no un precio de mercado.
Flauta Chippewa, 1914 |
La Flauta Nativa Americana es un legado de los pueblos nativos de norteamérica. Tanto su música como sus instrumentos guardan la huella de su visión. Inspirado por la espiritualidad de estos pueblos me acerqué por primera vez a esta flauta, y por esto decidí hacerlas de una manera tradicional: para respetar esa visión y mantenerla viva. Así estas flautas podrán despertar y avivar sus saberes en ti.
Más de la mitad de nuestro peso corporal es agua, y el agua tiene sus movimientos que también son los nuestros: el agua siempre encuentra el camino más fácil, la ruta más sencilla y directa. Simplemente porque se deja conducir por la realidad natural externa... Si tienes un manantial... ¿por qué habrías de cavar un pozo?
Directos en la elección del material: cañas o ramas de plantas que podían ser fácilmente vaciadas y ahuecadas, eran preferidas para la elaboración de estas flautas antes que alguna madera dura y compacta.
Simples en la ornamentación... ¿qué belleza visual puede competir con el sonido que nace del aliento y vibra en las fibras de una planta? la belleza y la magia de una flauta se despiertan al hacerla sonar y son invisibles a los ojos.
4, 5 o hasta 6 agujeros eran más que suficientes. Una afinación natural y armónica entre las notas. Se sabe que una de las maneras que usaron para hacer sus flautas, era eligiendo sus dimensiones en relación con las dimensiones de la persona que la tocaría; de esta forma la flauta se convertía en un reflejo armonioso de quien la tocaba, se convertía en una extensión natural de la persona.
Ver y aceptar lo que las cosas son, sin forzarlas a ser como se nos antoja: Una caña al crecer ya eligió su consistencia, su tamaño, el grosor de sus paredes, la distancia entre sus nudos. En la elaboración se eligen cuidadosamente las cañas y se respeta lo que ya son, cortándose en los sitios que la caña "quiere" ser cortada. Así es la propia caña con su cuerpo y dimensiones quien decide cómo vibrar y qué tono base tener.
Ambos extremos abiertos. ¿Por qué cerrar lo que naturalmente está abierto? Un extremo cerrado nos obliga a "abrazar" la embocadura de la flauta con nuestros labios, creando una ligera tensión en los músculos de la boca, mientras que en un extremo abierto, los labios se colocan de manera natural sellando la boca del tubo, y se abren ligeramente para dejar pasar el aire que viene impulsado por el vientre. Además, un extremo cerrado resulta menos higiénico al guardar fácilmente la humedad, mientras que uno abierto permite secar y limpiar la cámara de aire, ayudando al cuidado y conservación de la flauta.
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El uso de herramientas simples y manuales (varias de ellas hechas por mi), así como del fuego, me hacen recordar una vez más la vacuidad de la sofisticación tecnológica de nuestra "civilización" que termina por hacernos dependientes e incapaces.
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amanecer sobre el agua |